Martín Raúl Galán
Yo soy de aquí,
de este solar henchido como un vientre
donde el hombre apacienta el eterno secreo de las cosas
y lo contempla a solas
desde siempre, para siempre
Aquí nuestros difuntos
besan las hojas húmedas de los álamos
y la viuda alumbra,
con su farol sonámbulo.
huellas perdidas hace muchos, muchos años
Desde la vibrante carne de mi tierra,
desde esta pulpa candorosamente sabia,
una mujer me nombra
Ella toca el pulso ciego de mi sangre
(clara vertiente en medio de la sombra)
con la rotunda presencia de una madre
Sólo para honrar mi tierra
el cielo desciende por los tarcos
y bendice de azules
los altos balcones del milagro
El lapacho se queda en la berlina del asombro
Y yo doy fe que es verdad este paisaje
con lentos bueyes y cándidos trebolares
No hay comentarios:
Publicar un comentario